UN FANTASMA EN GALICIA

No, no es lo que pensáis. Podría tratarse de algún político. No es el caso.
Se trata de un fantasma de verdad. La Casa da Escusalla, en Ludeiros, en el ayuntamiento de Lobios. La casa está deshabitada desde hace mucho tiempo. Es estado ruinoso que presenta en la actualidad no impide darse cuenta de la importancia que tuvo en el siglo XVIII. Además de una gran capilla posee una de las leyendas más hermosas del sur de Galicia, la existencia del fantasma llamado "Marrequiño".
El último huesped de la gran casa fué un guardia portugués llamado Tío Roque, que la habitó a principios del siglo pasado. Ya por entonces, él y los vecinos fueron testigos de las apariciones en las noches de luna llena. Tras la muerte del Tío Roque, no hubo más residentes en la casa, tan sólo unos vagabundos portugueses que sólo se refugiaron un día y no repitieron ante las apariciones que dijeron soportar durante toda la noche.
Éste visitante del más allá se trata de un fraile sin cara, que se aparece, según los vecinos, con dos damas, paseando por las ruinas del lugar e invitando a los que se acercan a que no lo repitan.
La opinión de los vecinos es unánime, en la Escusalla "algo hay". Más contundente es aún el propio alcalde de Lobios, Xosé Lamela, al asegurar que "no hay ninguna duda de que en la Escusalla hay un fantasma".
Es partidario de ésta teoría Francisco Villalonga, de Santiago de Compostela, portavoz de los que prefieren callar para que no los tachen de locos, pero testigo de que más de un vecino observó a éste fraile sin cabeza y añade un detalle: "un hombre olvidó un hacha y cuando regresó a recuperarla, la ánima le reprendió".
El culpable de las apariciones es el "cura Roiz", clérigo de Manín, allá por el siglo XVIII. Éste sacerdote tenía aires de cacique y dinero en abundancia para afrontar una obra de ésta embergadura para la época. Contrató a operarios portugueses, con jornales mucho más bajos que los gallegos. Pero cuenta la leyenda que para no gastar su dinero los mataba y los enterraba en una fosa que daba al río Limia. Todas éstas ánimas son las que, según los creyentes de las apariciones, vagan por la casa por la noche.
Éstos días es habitual observar a parapsicólogos realizando escuchas en el lugar. Los últimos que se sintieron atraidos fueron los del programa de misterio "Cuarto Milenio". Hicieron pruebas psicofónicas y y con péndulos. En una de ellas, según Francisco Villalonga, el péndulo giró a mucha velocidad "lo que significa que hay algo, porque sólo comenzó a dar vueltas cuando pusieron el péndulo encima de la zona donde se aparece el fantasma.
La soledad del lugar tiene, curiosamente, otro tipo de visitantes nocturnos, las parejas que buscan en la oscuridad un lugar íntimo. Que se sepa, a ést@s jóvenes nunca se le apareció el Fantasma da Escusalla.
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Ésta noche en TCM podemos ver una estupenda película de Kubrik: "¿TELÉFONO ROJO?... VOLAMOS HACIA MOSCÚ".
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Si queréis seguir ahorrando dinero en el recibo de la luz instalad sensores de luz en aquellas zonas de la casa en las que estéis menos tiempo.