sábado, 13 de febrero de 2010

ALEISTER CROWLEY

Dicen que Aleister Crowley era amigo del diablo. Este perverso ocultista nació en Warwickshire (Reino Unido). En su agitada vida se columpió entre el escándalo y la discreción por culpa del misterio con respecto a su organización. Conectó con los miembros más díscolos de la masonería ( Orden Hermética del Amanecer Dorado) y supuestos herederos de los templarios (Ordo Templi Orientis). Fundó la Estrella de Plata, que se dió a conocer gracias a la extensión en la época de la teosofía, los rosacruces, el psicoanálisis, el nihilismo, el darwinismo,etc. Se hacía llamar Maestro Terión, Perturbado, Bafomet y, naturalmente, la Gran Bestia. Era "autooptimista". Consultaba a menudo el I CHING pero su vida nunca se rigió por las respuestas (en más de una ocasión defecó sobre una alfombra). Se puede afirmar que todo lo que tocó se estropeó. Nunca fué gran ajedrezista como le gustaría, fracasó en el intento al K2 y fracasó estrepitosamente en su gran esperimento, la abadía de Thelema en Sicilia, una comuna que dejó de existir cuando fué expulsado de Italia. Escribió docenas de libros que nunca corregía, muchos de ellos resultan ilegibles.

En cambio su vida sí que fué un éxito. Hizo del "haz lo que quieras" su lema personal. Nunca tuvo trabajo convencional. Sus últimos años los pasó buscando mirlos blancos para acompañarle en sus ritos eróticos y buscando también quien le subvencionara sus gustos por la buena comida, buena bebida y dosis de drogas variadas, incluido el anhalonium, que se extraía del peyote.

Se acostumbró a vivir a lo loco. Se metía en aventuras amorosas imposibles. Participó en una conspiración Carlista. En la Primera Gerra Mundial escribió desde EEUU propaganda antibritánica para los alemanes. Más tarde y siguiendo en EEUU dijo que era agente doble, proclamó la independencia de la República de Irlanda en una motora cargada de prostitutas alrededor de la Estatua de La Libertad. En 1930 fingió su suicidio en Portugal con la complicidad de Fernando Pessoa. Nunca le importó la ascención del nazismo. Aunque pretendía triturar los valores religiosos, manifestaba una altivez imperialista que le permitía superar las circunstancias más peligrosas: maltrataba a chinos, mató a unos delincuentes que le asaltaron en Calcuta y recurrió sin complejos a gente de color para el sexo.

Dejó tras de sí un rastro de suicidios, alcoholismo, locura y ruina. Abandonaba a sus mujeres y alumnos cuando ya no eran útiles. Dan pena las cartas de sus concubinas de Thelema, reducidas a la indigencia pero dispuestas a conseguirle drogas o nuevos discípulos que engañar. Su mundo se venía abajo pero continuaba, tomando nota detallada de sus coitos o sus granos de droga. Murió en Sussex, a los 72 años. En su incineración un adepto recitó su Himno a pan. Las autoridades locales prohibieron versos paganos en su capilla para siempre.
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La película que os sugiero que veáis hoy: "La Lengua de las Mariposas" TCM: 22:00 horas.
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