El alegato final que hizo hace unos días en el juicio un vigués para el que la Fiscalía pide cuatro años de prisión por un delito de tráfico de drogas tras ser sorprendido vendiendo supuestamente estupefacientes en la zona de Balaídos en 2008 fué: "Me mato a trabajar y el único ingreso que hay en casa es el mío; si me condenan mi familia se quedará sin un duro". El juicio se celebró en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Vigo. El fiscal estima que hay prueba contundente, sobre todo en base a las declaraciones de los policías, que demuestran que el acusado vendió dos papelinas "por un precio que era parte del dinero que llevaba encima" cuando se produjo la intervención policial. La abogada defensora, por su parte, pidió la absolucióny, en caso de condena, la aplicación de una atenuante por consumo de heroína.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario